Si se encuentra impedido para una relación sexual insatisfactoria debido a la incapacidad de mantener el pene erecto, puede estar sufriendo de una disfunción eréctil (DE). Esta condición puede estar ligada a factores emocionales (ansiedad, estrés), estilo de vida (consumo de alcohol, cigarro o drogas), disfunción hormonal o asociada a otras enfermedades. Entre las principales causas podemos citar la diabetes, cáncer de próstata, enfermedad de Peyronie y problemas cardiovasculares.

Casi la mitad de los hombres de 40 o más años pueden presentar este problema, pero no todos necesitan un implante de prótesis peneana. Podemos ayudarlo a entender por qué y cuándo es indicada la prótesis, así como cuáles son los cuidados que debe tomar para una mayor satisfacción con el resultado final.

¿CUÁNDO CONSIDERAR LA PRÓTESIS COMO SOLUCIÓN?

Es indispensable realizar una evaluación inicial antes de tomar la decisión de operarse. En todos los casos, es recomendado que el paciente visite a un Urólogo - Andrólogo especialista en cirugía reconstructiva peneana para orientarse. La cirugía de implante de prótesis está indicada en los siguientes casos:

• La disfunción eréctil es severa y dificulta o impide relaciones sexuales de buena calidad;
• Hay dificultades para tener o mantener una erección hasta el final de la relación;
• Recibió un tratamiento de reposición hormonal y no solucionó el problema de erección;
• Percibió alguna reducción de tamaño o grosor, además de la falta de erección;
• Intentó el uso de medicamentos orales por un tiempo con buenos resultados, pero actualmente la erección es insuficiente o ausente;
• Usó medicamentos inyectables, tuvo efectos secundarios y/o dejaron de ser efectivos.