Curvaturas Peneanas Adquiridas (Enfermedad de Peyronie) o Congénitas

Curvaturas Peneanas Adquiridas (Enfermedad de Peyronie) o Congénitas


El Problema


El pene puede curvarse desde el nacimiento por una malformación congénita en la que existe una desigualdad entre los 2 cuerpos cavernosos (cilindros de la erección) o bien por enfermedades que afectan a la cubierta (tónica albuguínea) de los mismos, ya sean de origen desconocido como la enfermedad de la Peyronie o por traumatismos del pene.

Es una enfermedad de origen desconocido que se presenta generalmente a partir de la 5ª década de la vida y que se caracteriza porque una parte de la cubierta (tónica albuguínea) de los cilindros de la erección (cuerpos cavernosos) se convierte en un tejido rígido (fibrosis). Cuando el pene se llena de sangre, el segmento de cuerpo cavernoso donde se halla la fibrosis no puede distenderse de forma adecuada dando lugar a una curvatura anómala del pene.

En la fase inicial de la enfermedad puede presentarse dolor en el momento de la erección debido al proceso inflamatorio, que generalmente desaparece en un periodo de 1 a 2 meses. Posteriormente, puede aparecer una zona mas dura (fibrosis) en forma de una ó más placas a cualquier nivel del pene. Lo más frecuente es que se paple en la zona dorsal (la parte superior del pene), aunque también puede localizarse en la parte lateral o ventral. La fibrosis puede llegar incluso a calcificarse con el tiempo, dando lugar al acortamiento del pene. Otra manifestación de la enfermedad puede ser la falta de rigidez del pene (disfunción eréctil o impotencia), aunque generalmente es de tipo psicológico (como reacción al dolor).

El diagnóstico se realiza fácilmente a partir de los síntomas que refiere el paciente, de la palpación del pene y de fotografías realizadas por el propio paciente en estado de erección.

Hasta la actualidad no existen tratamientos médicos que sean realmente efectivos a pesar de que pueden ensayarse varios de ellos como fármacos orales o tópicos, ondas de choque y otros métodos físicos.

Lo más importante en la enfermedad de la Peyronie es atender a que la enfermedad se estabilice, lo que comporta tener paciencia durante un periodo de 6-12 meses. Cuando se constata que la enfermedad no avanza ni retrocede (ocurre raramente) es el momento de plantear un tratamiento quirúrgico (corporoplastia) que consiste en igualar la parte larga de la curvatura a la corta, lo que puede condicionar un cierto acortamiento del pene. En casos muy severos en los que el pene es muy corto, puede actuarse directamente sobre la zona indurada y colocar injertos obtenidos del propio cuerpo del paciente o materiales sintéticos de diferente naturaleza.

Cuando la enfermedad de la Peyronie cursa disfunción eréctil de tipo orgánico, puede plantearse el implante de una prótesis de pene.


Curvatura congénita del pene


Debido a una malformación de los cuerpos cavernosos, puede existir una curvatura del pene que el individuo aprecia cuando presenta las primeras erecciones. El único tratamiento posible cuando la curvatura es importante es la corrección mediante una cirugía de enderezamiento del pene como la descrita en la enfermedad de la Peyronie.

Curvatura traumática del pene


Como consecuencia de un golpe fuerte en el pene, generalmente en el curso de la actividad sexual, puede lesionarse la tónica albuguínea que rodea a los cuerpos cavernosos, produciéndose un tejido duro (fibrosis) que actúa de la misma manera como se describe en la enfermedad de la Peyronie. No obstante, en estos casos no es imposible que la enfermedad desaparezca de forma espontánea. De no ser así, el tratamiento es la corporoplastia.



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